Hay cosas que cuando se abre un negocio debemos pensar, cosas básicas como el precio de mis productos o dónde encuentrar clientes. ¿Qué horario de apertura pongo? Y algunas otras igual de interesantes.
Pero también hay cosas que deberíamos pensar, a pesar de que sea más costoso, y eso es ¿como tengo que cerrar mi empresa si no me va bien?, o ¿que tengo que hacer para cambiar su forma jurídica?.
Son cosas que con la ilusión del momento no solemos ni plantearnos, pero ya conocemos varios casos de empresas que para cambiar simplemente de forma jurídica le ponen pegas desde la asesoría hasta el banco. Y si lo que queremos es cerrar es casi peor, porque dependiendo de como nos hayamos dado de alta lleva una serie de trámites u otros, y claro no es lo mismo hablar de personas físicas que de personas jurídicas, por que cerrar una sl es mucho más caro y complicado.
Así pues cuando eliges la forma que va a tener tu empresa decide bien, y no por elegir, ya que cerrar una SL cuesta el triple que abrirla, y si te pilla sin fondos, imagina el disgusto que te llevas.