La importancia de la publicidad es clara, demostrada y casi no hace falta ni recordarla. Pero se manifiesta de distintas maneras según la época en la que nos movamos y el entorno donde se desarrolla.
El entorno web está creciendo de manera descomunal, generando un negocio amplio y rentable. A pesar de todo, no es masivo porque el uso de las web tampoco lo es. A pesar de las tablet, a pesar de los teléfonos inteligentes, a pesar de los pesares. Hay muchos elementos que influyen.
Se ha animado y facilitado a que todas las empresas dispongan de web, se les ha animado y facilitado para que dispongan de redes sociales, y todos o casi todos, cumplen las premisas para que su empresa sea más visible, esté mejor posicionada y genere beneficios. Pero no es sencillo, la receta no sirve para todos.
Aquí es donde hago el inciso estival. Si te has parado a comprobar y deleitarte con algunos de los anuncios de la televisión, de los diferentes canales (la publicidad al final es similar en todos ellos), habrás comprobado cómo cada vez se anuncian más páginas web. En concreto este verano hemos visto hasta la saciedad webs de contactos personales y/o viajes (lógico, por otro lado debido a la oportunidad temporal). Antes habíamos visto las webs de seguros y algunas otras que comprueban cómo su nicho de negocio accede más desde la televisión que desde las webs.
Es decir, hay que captarlos desde la televisión porque la televisión sigue siendo el medio masivo, con un 99 % de impacto en España. La tele llega a todas partes y a todas las personas, mientras que las web no.
La publicidad y su impacto son elementos más que estudiados y los responsables de las empresas tienen que controlar al máximo de dónde provienen sus clientes y dónde ir a buscarlos.
Puede que seas un negocio web pero tus clientes están viendo la tele.