¡Atención emprendedores, y empresarios!
A la hora de montar un negocio hay unas cuantas cosas que debemos tener en cuenta, y tan importante es ser los mejores fabricando una pieza de una bicicleta, o una super tapa, o poniendo una reja, como la serie de cosas que rodean a estos trabajos.
Cuando probamos algo nuevo, las personas nos guiamos casi siempre por la calidad y por el trato recibido, cuantas veces hemos oído eso de «la comida estaba muy buena, pero el camarero no se enteraba, o la cocina era muy lenta». Yo, muchas, y además sabemos que los clientes desaparecen por cosas de este estilo.
Por eso a la hora de poner nuestro negocio una de las cosa que debemos tener en cuenta es si vamos a tener un público/clientela, y si vamos a tratar muy a menudo con él, porque entonces, esto es incluso más importante que lo que nosotros queramos ofrecerle.
El cliente es nuestra principal preocupación, y desde el momento en que entra por la puerta debemos estar pendientes de él. Si por cualquier razón no podemos estar al 100 % con él porque tenemos muchos clientes, o es hora punta, tenemos que hacerle sentir atendido, mirandole al entrar, sonriendole, o diciéndole «enseguida le atendemos«.
Es fundamental llevar a cabo una adecuada Atención al Cliente, ya que el cliente es cada vez más exigente, y si nos ceñimos a hostelería, por suerte o no, hay mucha oferta donde elegir, y muchas veces se produce el efecto «Apertura» y los clientes al principio llegan solos sin necesidad de buscarlos. Pero si los tiempos de espera se eternizan, si cuando el cliente entra por la puerta no se le sonríe, o si no miramos a las caras de los clientes y nos ocultamos «fregando los vasos», además de poner excusas del estilo «ya me gustaría a mi atender más rápido, pero no tenemos suficiente personal» o » lo siento, pero es que han venido todos de golpe» los clientes igual que han llegado se irán.
¿Cuántas veces os han puesto estas excusas?
Nosotros llevamos formando en atención al cliente muchos años, y no solo son las nuevas empresas las que necesitan este refuerzo, ya que muchas veces las empresas que llevan tiempo, se relajan y dan por hecho un trabajo que hay que afianzar todos los días, si no otra posibilidad sería competir en precios (pero de esto ya hablaremos otro día…)
Por eso la formación que demos a nuestros empleados es básica, sobre todo si queremos que nuestra brillante idea de negocio triunfe, pues al final el que elige es nuestro Cliente.