Es una noticia que nos afecta a todos y a todos debería interesarnos.
Según publicó en fechas recientes Cinco Días, la nueva reforma fiscal conlleva una rebaja de tipos y tramos en el IRPF. El tipo máximo bajará del 52% al 47% el próximo año y el mínimo pasará del 24,75% al 20%. También se elevan los mínimos personales y las exenciones por hijos. Por otra parte, todos los trabajadores verán como su sueldo neto aumenta a partir de enero respecto a 2014.
También se verán afectados los tipos impositivos que gravan los intereses de un depósito o las plusvalías por la venta de acciones o vivienda también se rebajan. A partir de 2015, los primeros 6.000 euros irán al 19%, entre 6.000 y 50.000 euros tributarán al 22% y, todo lo que quede por encima, sufrirá un porcentaje del 24%. Los tipos en 2016 volverán a reducirse hasta el 19%, 21% y 23%, respectivamente.
Otro de los puntos a tener en cuenta de la reforma, hace referencia a si los contribuyentes deben valorar si les conviene retrasar el cobro de plusvalías para aprovechar la reducción de tipos. Además, la reforma elimina la penalización para las ganancias logradas a corto plazo.
En este sentido, según recoge otro medio de comunicación, el Ministro del ramo, explicó que si la reforma fiscal hubiera avanzado en la financiación autonómica y local habría sido un ordenamiento conjunto de impuestos. Así, la nueva reforma está confeccionada en el ámbito de competencia de los impuestos del Estado. Insistió y recordó que habrá una subida de salarios, “porque todos los trabajadores y los funcionarios públicos mejorarán su salario con la bajada del IRPF”, y se dará un impulso a las empresas, para favorecer su capacidad de competir y de invertir.