¿Has hecho un curso presencial y, sobre todo, online y te ha dado la sensación de que todos los profes tienen el mismo tono de voz, todos colocan las manos de la misma manera?
Seguro que lo has visto, seguro que te ha pasado.
Es normal pero es una pena, porque al poco rato desconectas y el curso, por interesante que sea, termina por ser un rollo.
La cuestión es sencilla, las bases de la comunicación se aprenden en cualquier curso de cómo hablar en público, comunicación o de recursos humanos. Y está bien hecho, por supuesto.
La pega viene cuando lo utilizamos de manera mecánica, cuando lo memorizamos olvidando el resto de cuestiones alrededor.
El tono de voz tiene que ser el adecuado, lento pausado y adecuado a quien te diriges. Por supuesto, pero no olvides tu tono de voz personal, que puede enganchar más que un tono profesional y monótono.
¿Qué hacer con las manos? Las manos no deben molestar ni convertirse en una distracción. No deberíamos tener cosas como bolis, clips. Son distracciones. Pero es muy aburrido comprobar cómo un montón de personas colocan las manos por delante, juntando los dedos. Todos igual. ¡Pues no! Si necesitas un canalizador de nervios, usa el clip, o el rotulador (pero ten cuidado, por favor, que no se te caiga, que no despiste). Y con las manos puedes hacer lo que quieras, siempre que no sea tocar las palmas. La cuestión es: sé natural. No somos robots.
Y, ¿qué decir del contenido? Es la base, pero no en exclusiva. Puedes ser un buen formador y comunicador que interesa a sus oyentes y luego aporta contenido extra. No olvides nunca al público a quien te diriges.
En Mica Consultores te ayudamos a potenciar y fomentar tu propia personalidad y tus condiciones personales a la hora de hablar en público, comunicar y formar.